- Las raíces y la tierra.
- La esperanza y la fe v/s el sufrimiento
- La lucha
1. "Qué pena tuv'en Quirihue!
¡Qué rabias en Miraflores!¡Qué soledad en Dolores!
¡Qué malestar en Doñihue!
Angustias pase en Llanquihue,
tormentos en Lonquimay,
sorpresas tuv'en Lircay
y sobresalto en Coelemu,
pesares en Bucalemu,
sambita, sí ay ay ay."
"Mi taita fue muy letrario:
pa' profesor estudió,
y a las escuelas llegó
a enseñar su diccionario.
Mi mamá como canario
nació en un campo florí'o;
como zorzal entumí'o
creció entre las candelillas;
conoce lo qu'es la trilla
la molienda y l'amasijo.
En la primera décima habla sobre las distintas ciudades y tierras de su país natal Chile. Relata los distintos sentimientos y sensaciones que le provoca cada zona que ha visitado.
En la segunda décima habla sobre su familia, específicamente de sus padres, a los que considera un ejemplo a seguir en ciertos aspectos, como la educación de su "taita" y la humildad de su madre.
2. "Dice mi mamá que fui
su guagua más donosita,
pero la suerte maldita
no lo quiso consentir;
empezó a hacerme sufrir
primero, con la alfombrilla,
después la fiebre amarilla,
me convirtió en orejón.
Otra vez, el sarampión,
el pasmo y la culebrilla."
"Ya está corriendo el telón,
la fiesta sigue su curso. (...)
despéjense los sentidos
para seguir adelante (...)."
En estas décimas se puede apreciar que Violeta, a pesar de tener muchas enfermedades, algunas que pueden llevar hasta la muerte, nunca perdió la esperanza de que se podía recuperar, a pesar del sufrimiento que todo esto le provocaba. De tanta esperanza y fe, Violeta logró recuperarse de todas estas dolencias.
su guagua más donosita,
pero la suerte maldita
no lo quiso consentir;
empezó a hacerme sufrir
primero, con la alfombrilla,
después la fiebre amarilla,
me convirtió en orejón.
Otra vez, el sarampión,
el pasmo y la culebrilla."
"Ya está corriendo el telón,
la fiesta sigue su curso. (...)
despéjense los sentidos
para seguir adelante (...)."
En estas décimas se puede apreciar que Violeta, a pesar de tener muchas enfermedades, algunas que pueden llevar hasta la muerte, nunca perdió la esperanza de que se podía recuperar, a pesar del sufrimiento que todo esto le provocaba. De tanta esperanza y fe, Violeta logró recuperarse de todas estas dolencias.
3. "La suerte mía fatal
no es cosa nueva, señores,
me ha dado sus arañones
de chica muy despiadá;
batalla descomunal
yo libro desde mi infancia;
sus temibles circunstancias
me azotan con desespero;
dejándome años enteros
sin médula y sin sustancia."
En esta décima se puede ver que Violeta Parra tuvo una gran lucha contra las enfermedades (viruela, sarampión) que marcaron su vida e influyeron en su forma de escribir y comprender la vida, pero que al final pudo superar.